El teletrabajo o como también lo conocemos home office, es una práctica que todas las empresas adoptaron a nivel mundial a raíz de la pandemia (quién diría que viviríamos esa situación en todo el mundo que veíamos solo en las películas de ciencia ficción). El home office por supuesto que no es nuevo en el ámbito laboral. muchas grandes empresas o startups lo han implementado con anterioridad como una práctica de su cultura o para algunos puestos, pero también existen profesionistas que ya habían trabajado de manera remota desde hace mucho tiempo o quizá toda su vida, hablamos de los freelancers.
Entonces si ya existía, ¿Qué ha sido diferente? partamos de la idea que estás prácticas habían sido solo de “algunas” empresas -principalmente en México porque en otros países ya era más común- y que los llamados freelancers prácticamente son profesionistas que eligieron no incorporarse a una organización y que laboran de manera independiente, pero la pandemia orilló a muchas empresas mundialmente a trabajar remotamente, casi sin distinguir puestos (ya que las compañías que se dedican a producir, fabricar nunca pararon su operación) y tomó por sorpresa la inmediatez sin necesariamente estar preparados, a que nos referimos:
- Infraestructura: Equipo de cómputo, no todas las empresas o puestos tenían computadoras portátiles, había que dotar a los empleados de equipos o bien apoyándolo en el traslado del mismo a sus domicilios.
- Organización: Los líderes encontraron y aprendieron a organizar a distancia a sus equipos de trabajo, a coordinar y supervisar las tareas asignadas y los empleados a organizar y reportar sus actividades de manera virtual.
- Tecnologías: Por supuesto que ya existían plataformas para reuniones virtuales, pero comúnmente utilizadas para aquellos miembros de equipos que geográficamente se encuentran a miles de kilómetros, de repente todos aprendimos a usarlas y reconocer sus beneficios.
- Gestión: Difícil tema para algunos líderes que asocian el desempeño con mirarte sentado en tu lugar de trabajo durante tu jornada laboral, ante una dinámica de teletrabajo esto estuvo muy lejos de poderse controlar y las habilidades de gestionar y liderar equipos de trabajo se adaptaron.
Empresas y equipos se adaptaron rápidamente y muchos notaron los beneficios que esta modalidad traía consigo, ahorro para la compañía en el pago de servicios y espacios y para los empleados, mayor calidad de vida evitando horas de traslado, ahorro en sus bolsillos, y sobre todo mayor tiempo para pasar con su familia o simplemente hacer actividades que le den placer y felicidad personal, y por supuesto que con esto la empresa también gana a tener a sus empleados motivados, contentos y que se ve reflejado en su desempeño, aquel que ahora es medido por objetivos y resultados.
¿El teletrabajo llegó para quedarse? ¡Sin duda! y no por una moda sino por una necesidad que trae consigo grandes beneficios que ya han sido demostrados, continuará habiendo empresas con esquemas tradicionales o habrá aquellas que cambiaron súbitamente al teletrabajo de manera permanente o quienes optaron por esquemas mixtos. El cambio en los próximos años será notorio, la demanda de los empleados por esquemas flexibles más las nuevas generaciones que están activas y se irán sumando al mercado laboral, hará que las empresas que no lo han hecho o estén renuentes a cambiar su forma de trabajo tengan que hacerlo, pues se ha convertido en un beneficio, prestación que hace más atractiva a la compañía y que hará que mucho del talento miren y deseen colaborar en ellas.