Para quienes nos leen fuera de México, nos referimos con el término “changarro” a aquella tienda pequeña y mal surtida o a cualquier local pequeño y de pocos recursos donde se ofrece algún servicio.
Si nos trasladamos al romántico pasado de muchas empresas su origen fue el que se describe en el párrafo anterior y los años, la visión, el éxito, el esfuerzo y talento de sus fundadores y colaboradores han logrado que hoy algunas sean organizaciones reconocidas, líderes, con estabilidad, rentabilidad y futuro.
Existe el criterio de clasificar el tamaño de una empresa de pequeña, mediana o grande, dependiendo el volumen de sus ingresos, por los metros cuadrados de la ubicación donde operan o bien por el número de colaboradores que la integran, la realidad que se impone es que las hay y muy grandes cuyas prácticas de negocio, procesos, cultura, clima laboral, responsabilidad social, etc., no han evolucionado y en ellas se observa una inmensa oportunidad de innovación y cambio, lo que de lograrse las convertiría realmente en organizaciones sanas, más rentables aún y a las que se aspiraría a formar parte de ellas.
En otro escenario las hay pequeñas si las medimos con los indicadores ya comentados, pero que en su interior y la imagen congruente que muestran al exterior, ya sea este el mercado en el cual compiten comercialmente o bien el del talento, son realmente organizaciones de excelencia, con un gran presente, potencial y futuro.
Por lo anterior, la pregunta sería, ¿qué empresas son “changarros” y cuáles no?, el término aplica y tiene una implicación de más profundidad al interior y el reto y la obligación debería ser identificar qué es lo que realmente soy, decidir si quiero seguir así, si quiero evolucionar y conocer cómo se percibe a mi empresa internamente y al exterior.
En cualquier economía la mayoría de los negocios o empresas son pequeñas o medianas si las medimos por ventas y plantilla de personal, lo que diferencia cualitativa y cuantitativamente a las economías es la otra manera de clasificar a las empresas que las integran.
En Craft Talent nuestra pasión es apoyar a las empresas a identificar sus debilidades y oportunidades y acompañarlas en la implementación de estrategias de cambio que les permita permanecer, crecer y ser opciones reales de colaboración profesional.