Es un hecho que pasamos el mayor tiempo de nuestro día en la oficina, como coloquialmente diríamos “Es nuestra segunda casa” y cómo no pensarlo si festejamos cumpleaños, tenemos una red de compañeros con los que convivimos día a día y hasta personalizamos nuestro lugar de trabajo con objetos que distinguen nuestro gustos y atienden a nuestra personalidad. La compañía además nos provee de herramientas de trabajo como computadora, teléfono celular y en ocasiones vehículos y tarjetas de crédito pero que son sin duda, asignados para realizar nuestras funciones, pero ¿Qué ha pasado con esto? en muchos, muchos casos el abuso sobre el uso de estas herramientas sobrepasa la naturaleza de su asignación, y ¿A qué nos referimos? Se utiliza el vehículo utilitario para uso personal como viajes de fin de semana, utilizarlo fuera del horario laboral y utilizar el combustible que la compañía nos da, pensarías ¿Qué hay de malo en esto? bueno, pues es no considerar los riesgos y consecuencias que esto puede tener (¡No es que seamos aves de mal agüero!) pero un mal día en el que tengamos algún accidente grave en el que el prestigio de la compañía esté en riesgo o peor aún causemos algún daño a un establecimiento, persona o a nosotros mismos que pudiera tener grandes consecuencias más allá del despido.
Las tarjetas de crédito de la compañía ¡No son para tu super!, no son para comidas familiares, y el consumo excesivo de gastos no autorizados pueden llevarte a ser un deudor en la compañía, pero lo más grave de todo es que tu imagen profesional se puede ver dañada por este “Abuso de confianza”, por supuesto que también pueden despedirte, y además tendrás que pagar el adeudo que puedas tener con la compañía.
No utilices el teléfono celular como teléfono personal, sabemos que es incómodo traer y atender dos celulares, pero el teléfono que te sea administrado deberá atender exclusivamente asuntos relacionados con la compañía, en algún momento que dejes de laborar para esa compañía tendrás que dejar el aparato con todo y tus contactos personales, ¡Imagínate que te hable un tío y le contesta otra persona diciendo que ya no es tu número de télefono! pero bueno, bueno más allá de ese momento embarazoso es mejor por seguridad que no lo hagas, si se pierde el teléfono de la compañía no podrán tener acceso a tus datos, archivos personales, muy peligros en la actualidad en donde la mayoría hacemos uso de apps bancarias o cuentas importantes.
Estos son algunos ejemplos, podríamos describir muchos más, pero lo que queremos transmitirte es que “El ponernos la camiseta con la compañía” no significa abusar de los recursos asignados para desempeñar nuestras funciones, es alinearnos a las políticas y normas establecidos por la compañía sobre el buen uso y cuidado de las herramientas asignadas, si lo piensas de diferentes maneras bueno, no te pertenecen, tienes que brindar cuentas y tarde o temprano devolverlas, el buen manejo y cuidado hablan de tí y sobre todo del profesionista que eres, sería una pena que tuvieras malas referencias por una situación como esta.
Queramos a la compañía en la que trabajamos, sintámonos que es nuestro espacio, cuidemos de las herramientas y recursos asignados, eso también significa ponerte la camiseta.