En este mes de la mujer, en donde por más de 100 años se ha luchado por derechos y oportunidades de igualdad a lo largo de las décadas, épocas y costumbres, sin lugar a duda una lucha que se ha mantenido constante es la igualdad de oportunidades laborales, tema del que seguimos hablando irónicamente cuando el mundo parece revolucionar de manera acelerada en muchos otros ámbitos de tecnología, innovación y descubrimientos, pero algunos temas parecen ir más lento pese a tener décadas de lucha.
Mucho hemos escuchado que las mujeres tienen menos oportunidades que los hombres en el mercado laboral, que el sueldo en menor, que los puestos directivos en su gran mayoría son ocupados por ellos, y lamentablemente parece ser aún una realidad en las compañías, pero lo cierto es que también muchas otras se han puesto las pilas y han implementado programas e incluso políticas para equilibrar los puestos ocupados por hombres y mujeres y que haya un equilibrio de género, al hacer esto parte de una política y a veces convertirse en un objetivo, indudablemente hace que los procesos de atracción de talento viren sus esfuerzos a cubrir sus vacantes exclusivamente a ese género, también en los procesos internos, se busca que ciertos puestos de mando sean ocupados por mujeres y así hasta lograr el objetivo de equilibrio.
Afortunadamente muchas empresas están convencidas por sí mismas de la importancia del tema, pero lo cierto es, que en la actualidad también hay normas, leyes que apoyan las iniciativas, haciendo hincapié en que ninguna persona puede ser discriminada o excluida por su género; pero también hay que darle su lugar a la sociedad, quienes han mostrado un interés genuino en pertenecer a compañías en donde haya oportunidades, respeto y cuidado a la persona, hoy si no se encuentra simplemente se cambia de empresa con mayor facilidad, entonces las empresas ponen mayor cuidado en el tema, porque no quieren perder talento o ser menos atractivos para los profesionales y bueno, si, no hay razón para tener motivos para exponerse a una mala fama o peor aún a demandas.
Podemos seguir impulsando las oportunidades laborales de forma igualitaria y equitativa sin importar el género, podemos buscar el equilibrio sin esperar a que la compañía lo formalice, si estás en RRHH no permitas que tu cliente interno te condicione el género de la posición de la vacante, es más, ya ni siquiera debe formar parte del perfil de puesto y mucho menos formar parte de un formato de descriptor o requisición, si ocupas un puesto de mando, no solicites que el puesto que requieres sea ocupado ¨sólo por”, piensa que tienes hermanas, primas, amigas o tu pareja que pueden ser limitadas también por esta condicionante, y si estás en búsqueda de empleo o te encuentras activo en una empresa y notas que las oportunidades se te cierran por una condición de género, entonces no es ahí a donde perteneces.
La empatía, pero sobre todo la congruencia son claves para cambiar el pensamiento y acciones dentro de las empresa en función de que cada vez sean más las mujeres que ocupan puestos de mando y decisión, pues si somos fieles creyentes en que lo que realmente importa son las competencias y experiencia sin importar nada más, entonces las estadísticas tendrán que cambiar y balancearse hasta que cada vez haya más puestos ocupados por esas mujeres.
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